A veces lo importante no está en el interior, sino en el exterior. Sí, lo has leído correctamente. Desde el punto de vista de la empresa, la externalización es una inversión importante tanto para su futuro como para sus operaciones internas.
Una manera de implementarla es invirtiendo en la gestión remota de la seguridad a través de un proveedor de servicios gestionados (MSP). Un MSP hace la parte más dura del trabajo para ti mediante la administración remota de tu infraestructura de TI y de los sistemas de usuario final. Las empresas que optan por colaborar con MSP pueden confiar a expertos la responsabilidad de la supervisión de sus servidores, cortafuegos y enrutadores.
Por lo tanto, ¿cómo puedes decidir si conviene recurrir a un MSP para tu negocio?
1. Tus capacidades de TI son limitadas
A muchas empresas pequeñas les cuesta adquirir y mantener los amplios recursos internos de TI que cubran sus necesidades. En consecuencia, confían en servicios externos que les ayuden a extender las capacidades con las que cuentan internamente. Contar con empleados cualificados y la infraestructura adecuada es necesario para seguir siendo productivos, lo que hace que un MSP sea una herramienta muy valiosa para tu empresa.
2. Tú miras hacia el futuro
Como todas las empresas, un MSP debe tener un modelo de negocio competitivo. Y, normalmente, competitivo significa tener lo más reciente en tecnología punta al alcance de tus manos. Puesto que tus clientes se merecen lo mejor, un MSP utilizará las herramientas y los productos más actuales combinados con especialistas con mucha experiencia. A su vez, los miembros de tu equipo de TI interno se beneficiarán de la colaboración con esas personas y tecnologías, lo cual es el mejor desarrollo profesional que pueda pedirse.
3. La seguridad es tu máxima prioridad
Actualmente, una empresa que desee gestionar de manera segura y protegida sus comunicaciones digitales debe haber implementado las regulaciones definidas por la legislación sobre privacidad de datos, como el Reglamento general de protección de datos (RGPD) en Europa. El MSP no es ninguna excepción. Además de su visión de futuro respecto a la tecnología, también tratan de conseguir los desarrollos más recientes en ciberseguridad. Llevan las regulaciones básicas a un nivel superior, con centros de datos especializados y redes preparadas para asumir los procesos de la empresa en el caso en que en la tuya haya una fuga de datos. Como su tecnología suele ser más sofisticada que la que las empresas pequeñas pueden permitirse, no tendrás que preocuparte sobre la protección de hasta tu último archivo por tu cuenta.
4. Eres cuidadoso con tu dinero
Los gastos se acumulan. Pero hay una manera de reducir costes manteniendo al mismo tiempo la calidad. Un MSP tiene muchos clientes, de modo que no tendrás que asumir tu solo todo el coste de su tecnología y sus servicios. Puedes recibir un servicio más detallado y atento por un precio menor que el que pagarías al invertir en ello por tu cuenta. Además, el precio que pagas por externalizar a un MSP es estable, de modo que puedes incluirlo en tu presupuesto igual que haces con el alquiler mensual o los suministros. Las operaciones de TI normales pueden ejecutarse a una velocidad increíble en los momentos de mayor saturación, y sin un MSP puedes encontrarte teniendo que pagar de repente una factura que está fuera de tu presupuesto.
5. El tiempo es esencial
En aquello que tu departamento de TI interno tendría que invertir mucho tiempo desde las fases de desarrollo, un MSP puede que tenga ya una biblioteca inmensa de códigos listos para tus necesidades informáticas. Las características centralizadas de un MSP significan que todos tus datos están en una única ubicación: no tienes que pasar horas filtrando a través de carpetas y discos intentando encontrar un archivo infectado. Se dedican plenamente a la ciberseguridad de tu empresa para que no tengas que extender tus recursos de TI hasta que no den más de sí para protegerte. Un MSP realiza todas las comprobaciones de seguridad necesarias y puede responder al instante cuando detecta una variación en tu sistema informático que podría afectar al rendimiento. Este método les da un tiempo precioso para desviar la amenaza o detener los procesos en curso que podrían ser más vulnerables ante un ataque.
